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CONCEPTO DE HOMBRE COMO TOTALIDAD O UNIDAD

Dr. Héctor Manuel Icaza Campa

Colima, México


Dando continuidad al tema de la filosofía de la EF y de acuerdo con la Antropología Filosófica, se presenta a continuación el Concepto de Hombre como Totalidad o Unidad, toda vez que el ser humano es un ser indivisible, donde cuerpo, mente y espíritu son un todo.

Una de las críticas más comunes que escuchamos por ciertos detractores de la Educación Física, es el problema del dualismo cuerpo-mente en el cual se tiene una concepción fragmentada tanto de la educación como del ser humano y de ahí la importancia y necesidad de enfatizarlo siguiente:

Para nosotros, el ser humano es un ser actuante e interactuante con los demás, sí, un ser vivo (biológico), pero también un ser pensante (psicológico y racional), una persona con sentimientos, afectos y creencias (espiritual), así como a un ser entre otros seres(social); que se relaciona, interactúa, quiere y siente; que sufre y que goza, aprende, vive, alcanza éxitos y comete errores, que se tropieza pero también que se levanta, que nace, crece, se desarrolla, envejece y muere, que es finito pero que a la vez, trasciende. Éste es nuestro concepto de SER HUMANO U HOMBRE COMO TOTALIDAD, al que podemos y debemos contribuir a mejorar el curso de su desarrollo (formación o educación) -no sólo físico-, sino TOTAL: físico, intelectual, psicológico, moral, social, PLENO, en una palabra. Pero ¿qué implica esto? Implica, toda una concepción diferente y específica del hombre y del mundo-por decirlo de algún modo desde la filosofía-, desde el principio, volver a la reflexión filosófica y dejar a un lado -aunque sea por un momento- la forma de pensamiento racionalista del modelo tradicional positivista, para tener una concepción abierta, holística, total, integral que sólo la filosofía nos puede dar. Y, es por esto, que, primeramente, debemos señalar, que, gracias a la consciencia y autoconsciencia del hombre, éste, puede reconocerse a sí mismo, reconocer a los demás y como inseparable de su mundo circundante, porque el hombre, es un ser en relación constitutiva con su mundo.


El hombre es un ser en situación y gracias a este hecho y a su posibilidad de interacción con otros hombres, es capaz de construir una imagen del cosmos, una imagen que -como él-, cambia sin cesar y consecuentemente, su sitio dentro de éste. Y, gracias a ello, es que podemos hacer una reconstrucción de nuestra teoría pedagógica acerca de la educación– y de la educación física por supuesto- en donde, nuestro centro de interés sea el hombre, entendido como totalidad, integral, situado en el mundo, a partir de lo cual, derivemos nuestras estrategias de enseñanza-aprendizaje, nuestros modelos y métodos educativos, nuestros enfoques, contenidos y actividades. Para el caso concreto de la educación física, no nos ocuparíamos entonces tan sólo de un ser que se mueve, No, ¡qué va!, nos ocuparemos de un ser humano capaz de moverse, que quiere moverse, que necesita moverse, que goza de moverse, que busca y experimenta a través del movimiento, que desea conocer, conocerse y conocer a los demás, a sus semejantes, que encuentra límites, pero que también descubre potencialidades, que enfrenta retos y desafíos y alcanza éxitos, pero que también se tropieza y cae, pero que se levanta y continúa, que descubre, se interroga, se equivoca pero insiste, que es consciente y reflexivo, pero también espontáneo y libre. Este hombre, es un hombre que se da cuenta que tiene, posee, es un cuerpo y, que, con él, es capaz de moverse, trasladarse, hacer, relacionarse, manipular, construir, destruir; pero, además, se da cuenta que también posee inteligencia y sentimientos, valores y egoísmos, que necesita orientar y ser orientado, que busca desarrollar, cultivar, educar y ser educado para encontrarse y descubrirse como ser humano, con toda la dignidad que es posible. Nuestra aproximación a una teoría pedagógica de la educación física pretende tomar estos derroteros, en donde la filosofía antropológica sea la que nos guíe hacia un enfoque humanista yen el cual, nuestro concepto de hombre sea el de un Hombre Total, el Hombre como Unidad, un ser susceptible de formarse y educarse en la totalidad y amplitud de su Ser, una Persona (en el sentido filosófico más profundo, integrador y totalizador), donde no veamos dualismos o separaciones que dividan o desintegren a ese Ser, por lo que, esta aproximación pedagógica se sustenta también en los conceptos de Formación y Educación Integral, como la materialización de ese proceso de reflexión, hecho realidad. Con el propósito de reafirmar esta postura, recurrimos a algunos autores que señalan lo siguiente:

Para Zubiri (1974), El hombre es una realidad una y única: es unidad. No es una unión de dos realidades, lo que suele llamarse «alma» y «cuerpo»… La realidad humana es una unidad de sustantividad, esto es, es una unidad primaria y física de sus notas, un sistema constructo de notas. De estas notas, unas son de carácter físico-químico, otras de carácter psíquico (por ejemplo, la inteligencia).

En este mismo sentido, Aguayo (1994),señala: “La investigación en Educación Física ha de contemplar al hombre como entidad total, en su aspecto biológico y su conformación social y no únicamente ciertos aspectos del mismo. … Esta categoría de totalidad ha de trabajarse como fundamento epistémico en los procesos de construcción de conocimientos para el ámbito de la educación Física. El objeto de estudio de la Educación Física, el hombre en movimiento ha de construirse desde el concepto de totalidad de hombre, abarcando este carácter totalizante las posibilidades metodológicas desde las ciencias naturales y de las ciencias sociales.… Finalmente, comprender al hombre como totalidad es adoptar una postura epistémica que fundamenta ampliamente el campo de la investigación en Educación Física”.

Del mismo modo, Bataille (1972, citado por Sierra, 2015,),lo expresa en estos términos: “A partir de Sócrates y de Platón se puede rastrear una dualidad alma y cuerpo en el pensamiento occidental, correspondiente a la separación entre Verdad y mundo sensible; ello con el consiguiente desprecio del cuerpo y la exaltación del mundo suprasensible que buscaba asegurar un mundo verdadero. En la apoteosis de esa dualidad se halla Descartes, quien concebía que en el ser humano se encuentra la dualidad res pensante y res extensa, por medio de la cual el ser humano es entendido como una representación simplificada, mutilada, fragmentada, que se entiende a sí misma como una sustancia… como decía Nietzsche- ha fragmentado al hombre en cuerpo y alma, lo cual imposibilita el pensar en ese "hombre total" que Nietzsche buscaba; ello debido a que la tradición filosófica occidental lo ha mutilado a partir de la separación de la realidad en dualidades, lo cual afecta al ser humano al exaltar su pensar lógico conceptual y al negar las pasiones de su cuerpo”.

Bataille (1972, citado por Sierra, 2015), expresa “El concepto del hombre total como unidad substancial de dos principios (material y espiritual) distintos, reales e inseparables, vivificó el trabajo psicológico y fundamentó su base teórica durante muchos siglos…”

De acuerdo con Alonso y Escorcia (2003), El ser humano es un ser integral que se desenvuelve dentro de un ambiente; en él influye un sinnúmero de características biológicas, psicológicas, sociales y espirituales. Está dotado de conciencia, inteligencia, voluntad, intencionalidad, afectividad y creatividad, en síntesis, de una personalidad…es una totalidad imposible de separar en sus dimensiones, ya que no es fácil establecer cuánto influye una sobre las otras o cuánto depende la una de las otras.

Lo importante es no perder la visión del ser humano como una totalidad en nuestro trabajo por la salud, y recordando la frase de Samuel Ramos (1997) : «No falta en el hombre moderno la voluntad de reformarse y sólo espera saber con evidencia cuáles son los medios más seguros para realizarla». La solución estriba en un examen, que este autor llama de conciencia, que descubra la contradicción interna del dualismo y reafirme, a la vez, la unidad del hombre y las soluciones verdaderas para dar respuesta a la búsqueda de la esencia humana en la unidad, «en el ser de la totalidad».

Con lo anterior, se puede afirmar que el hombre es entendido como una unidad o totalidad; que es y se comporta como un ser indivisible en donde por igual manifiesta o expresa sus saberes, emociones, afectos y actos como uno solo y que cada uno de esos actos es una expresión de todo su ser, por lo que NO se puede decir que el ser humano –dentro del campo de la Educación Física y de cualquier otro-, actúa o se manifiesta exclusivamente como organismo biológico o intelectual o espiritual, sino como una sola unidad inseparable a partir dela cual se le ha de estudiar y apreciar.


Referencias

AGUAYO, H. (1994), La investigación en el campo de la Educación Física, Tesis de Grado de Maestría en Enseñanza Superior, UNAM,ENEP-ARAGÓN, México

ALONSO, L. y ESCORCIA, I. El ser humano como una totalidad, Salud Uninorte. Barranquilla (Col.),17: 3-8, 2003, 1_El_ser_humano%20como%20totalidad.pdf

ICAZA, H. (2004), La educación física en México, rompiendo paradigmas, presentado en el 4° Simposio Internacional: Avances recientes en educación, Instituto Nacional Académicode Actualización y Capacitación Educativa, México.

ICAZA, H. (2020), Ensayo: Hablar de la Corporeidad y/o Motricidad, es promover una nueva forma de dualismo cartesiano, Inédito, México.

RAMOS, Samuel.Hacia un nuevo humanismo. México, Fondo de Cultura Económica, 1997.

RENZI, G. (2009), Educación Física y su contribución al desarrollo integral de los niños en la primera infancia, Revista Iberoamericana de Educación / Revista Ibero-americana de Educação ISSN: 1681-5653 n.º 50/7 – 10 de noviembre de 2009, recuperado de la página electrónica: file:///C:/Users/Dell-Pc/Desktop/2663Renzi.pdf.




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