Dra. Alma Delia Blancas Mirano
Estado de México
- ¡Soy profesional de la educación, pero cuando aplico una actividad con mis alumnos dentro o fuera del salón de clases y alguien externo al grupo me observa, me pregunto ¿Estaré tomando las decisiones pedagógicas correctas?; luego entonces, reflexionó sobre mi actuar educativo tratando de emitir un argumento que considera el proceso previo de planificación plasmado en un plan de trabajo acorde a las características de los niños, con base a logros y áreas de oportunidad y justifique mi práctica e intervención educativa!
Sin duda alguna, poder observar y escuchar a compañeros docentes sobre su actuar educativo, es una herramienta de enriquecimiento pedagógico que permite construir una estructura de apoyo para avanzar en colectivo. Al escuchar y escucharnos como docentes, se genera un ambiente de deliberaciones, cuya preocupación y atención concierne a todos desde una mirada humanista y, por consiguiente, de comunicación horizontal; así, la posibilidad de poder compartir entre agentes escolares (Directivos, Docentes y Promotores) la práctica educativa, crea una comunidad de aprendizaje. Partiendo del primer comentario que da inicio al presente artículo, el docente, quien pretende justificar ante los ojos del otro su actuar, expone la incertidumbre del hacer para los otros, no así con los otros; es decir, lo prioritario recae en comprender que éste no es un argumento en solitario ni vacío, por el contrario, es una vía de recreación; ¿Cómo recrearnos juntos? y ¿Para qué?
Estos cuestionamientos nos conllevan a diversas acciones pedagógicas y toma de decisiones que encierran la intervención docente, ¿Qué está bien? y ¿Qué está mal? La práctica educativa del docente es una forma de ver el mundo bajo características propias de quien la aplica, una construcción autónoma basada en la otredad, lo cual repercute en un aprendizaje con los demás, con quienes acompañan en dicho aprendizaje. “Quienes acompañan”, son personas que deciden tomar el camino con quienes son acompañados, lo cual quiere decir, que van aprendiendo de la mano con los otros, con sus pares; resguardando siempre la integridad docente como ser digno y respetado.
En este sentido, podemos retomar una de las citas más importantes de Paulo Freire: - “Cuanto más pienso en la práctica educativa y reconozco la responsabilidad que ella nos exige, más me convenzo de nuestro deber de luchar para que ella sea realmente respetada. Si no somos tratados con dignidad y decencia por la administración privada o pública de la educación, es difícil que se concrete el respeto que como maestros debemos a los educandos” Por tanto, a decir del respeto hacia la práctica educativa, es el quehacer pedagógico y la intervención docente, lo que permite aprender y enseñar entre pares; posibilitando como estrategia de apoyo y aprendizaje el intercambio de experiencias didácticas a partir de nuevas prácticas en aulas diversas o fuera de éstas con diferentes alumnos.
Ahora bien, ¿A qué nos conlleva el acompañamiento docente como herramienta de apoyo?, ¿Cuál es la razón de ser del acompañamiento docente?, ¿Quién acompaña y quién es acompañado?, es posible ¿Qué docentes acompañen a otros docentes?; existen factores que se presentan en la eficacia de calidad que determinan los procesos educativos y formativos; por ello, el acompañamiento docente guarda como propósito:
“Que los docentes construyan estrategias que viabilicen un aprendizaje significativo, en un contexto de comunicación horizontal” (Méndez, 2010).
Esto es, sean los mismos docentes quienes contribuyan al aprendizaje de otro docente, mediante el reconocimiento de una realidad común, un contexto similar, situaciones compartidas como base en la operatividad de estrategias y proyectos grupales e institucionales generadas a través de la planificación:
“La planificación es un proceso de organización y reflexión anticipada para prever los desafíos que implica el desarrollo de las capacidades de los alumnos, el producto de esta reflexión es el plan de trabajo, el cual tiene un sentido práctico, que le ayudará a tener claridad y precisión respecto a las finalidades educativas, a ordenar y sistematizar su trabajo, con base en el conocimiento de sus alumnos y las circunstancias particulares en las que se realiza su labor docente” (SEP, 2017:173).
Así pues, el proponer ante un colectivo, la oportunidad de observar de forma crítica y constructiva la aplicación de un plan de trabajo, es sin duda un desafío que remite a planteamientos que encaminan a rupturas de paradigmas, tales como: el quehacer educativo cotidiano, el cual implica un estilo de enseñanza particular del maestro celoso de compartirse con el resto de colegas que conforman una plantilla escolar. Sin embargo, ¿Qué nos deja conocer nuevos estilos y planes de trabajo de compañeros docentes?, a través de qué instrumentos valernos para que, del mismo modo, hagamos valer constructivamente la práctica educativa del docente.
¿Qué, cómo y para quiénes planear? En párrafos anteriores, señalábamos el respeto hacia la práctica educativa que demanda el poder reflexionar para quién planear, cómo justificar y argumentar nuestro quehacer educativo; parte de la respuesta, radica en brindar acompañamiento entre pares, bajo un conjunto de cuestionamientos orientados hacia la valoración de acciones desde la aplicación de un instrumento de apoyo como estrategia en el fortalecimiento del acompañamiento docente.
PROPUESTA DE TRABAJO: INSTRUMENTO DE VALORACIÓN.
Por lo anterior, la aplicación de instrumentos de valoración que permitan lograr el acompañamiento entre colegas, como “recurso para el fortalecimiento profesional de los docentes que se basa en la observación y la conversación entre el compañero acompañado y quien acompaña; parte de la reflexión que se suscita en el reconocimiento de sus experiencias, prácticas, conceptos y metodologías” (Méndez, 2010); son una posibilidad de valoración durante el acompañamiento constructivo entre compañeros docentes, pudieran constatarse como herramientas de apoyo para vislumbrar los procesos educativos, avances y áreas de oportunidad que puedan suscitarse a partir de la observación, análisis y reflexión de los componentes del Plan de Trabajo.
Su aplicación puede abordarse mediante el intercambio de planes de trabajo llevados a cabo en diferentes aulas o espacios escolares, donde los compañeros puedan ejecutar las acciones plasmadas por escrito dentro de un formato. Tal experiencia, podrá generar el reconocimiento de las características y funcionalidad de cada uno de los elementos que conforman el equipo pedagógico en preescolar, además de identificar la importancia de recuperar información pertinente que facilite la relación entre ellos. Cabe señalar que, acorde al Plan de Estudios 2017, el Plan de trabajo debe ser un documento concreto y claro; así en cada situación didáctica, es factible incluir: Aprendizaje esperado, actividades que conforman la situación didáctica, tiempos para su desarrollo y recursos. Posterior a la ejecución de planes, se podrá llevar a cabo una plenaria entre pares para conversar sobre la experiencia, la cual tendrá dos momentos; en primera instancia, la aplicación del plan de trabajo conforme a lo planteado en el formato; después se valorarán los elementos que constituyen el equipo pedagógico del docente. Al finalizar ambas etapas, compartir en colegiado la experiencia bajo el cuestionamiento de ¿Qué aprendieron?, ¿Qué observaron?, ¿Cómo podemos aprender juntos? Ante la oportunidad de aprender en comunidad, establecer un diálogo horizontal que deje entrever avances y áreas de oportunidad tanto hacia los planes de trabajo, como a la funcionalidad del acompañamiento entre docentes como herramienta de apoyo para avanzar juntos.
En este instrumento los docentes podrán citar mediante observación, la pertinencia de elementos que se han considerado relevantes de contener en los planes de trabajo, luego entonces, ¿Qué de todo ello es funcional?, ¿Qué sugerencias podemos mencionar con la finalidad de avanzar todos?, ¿Qué tan viable es el formato del plan de trabajo del compañero docente? Tales planteamientos, lograrán ser parte de una construcción en colegiado donde se puedan visualizar logros bajo el reconocimiento, así como, áreas de oportunidad por reconstruir.
Su análisis mediante el diálogo en plenaria dará cuenta del estilo del docente, el cual es uno de los aspectos que deben valorarse desde el ser y deber ser orientado hacia el aprender a aprender con los otros; cuestionarnos el ¿Cómo aprendo con los otros? es a su vez, un cuestionamiento que fluye mediante el proceso de formación con los demás; el temor a ser juzgado o criticado es una latente por trabajar como profesional de la educación física; reconocer que no se tienen las respuestas a todo, porque todo no depende solo del docente también existen factores externos, contextualizados que deben tomarse en cuenta como parte de imprevistos. Sin embargo, la fortuna del acompañamiento entre pares, sobrelleva así mismo, la negociación entre acompañantes, acuerdos que complementen una organización en comunidad, cuyas aportaciones son válidas en argumentación bibliográfica y experiencial, ¿Quién es si no el docente, el que conoce a su grupo, sus alumnos, contexto escolar, plan de trabajo, etcétera? La sincronía que nos permite hablar sobre lo que acontece en la cotidianidad de la práctica, también posibilita acompañarnos en sucesos o eventos compartidos; por consiguiente, es la manera de observar y la oportunidad de reflexionar nuestra práctica lo que hace reconocer el camino para avanzar con nuestros pares.
CONCLUSIONES
Cuando pensamos como los otros, difícilmente encontramos soluciones acaecidas de propuestas innovadoras; es si no la diferencia la que nos permite visualizar nuevos horizontes que promuevan desde panoramas diversos y adversos la construcción autónoma en la otredad como comunidad de aprendizaje; así, el acompañamiento entre pares, resulta ser una herramienta de apoyo que, bajo instrumentos de valoración y observación, enriquecen el saber ser y el saber hacer desde el aprender a aprender. El aprendizaje en comunidad, da como pauta el intercambio de experiencias como estrategia para visualizar desde una misma aula, características diferentes. Sin duda alguna, el panorama y la perspectiva con la cual éste se vislumbra, no suele ser el mismo, por tanto, a pesar de ser aquel grupo de alumnos donde intervienen docentes, cada docente visualizará aspectos diversos, aplicará de diferente manera la idea que todos en plenaria pudiéramos sugerir. La importancia de lo anterior, radica en el establecimiento de un diálogo horizontal, en una conversación eficaz, y en un acompañamiento con “gusto de acompañar”; un acompañamiento como recurso de aprendizaje entre pares, no así en una revisión instantánea que juzga por lo que en un momento se observa como resultado incongruente y ajeno a un contexto y a factores que conforman la práctica educativa en un todo. Por consiguiente, el acompañamiento como propuesta, guarda relevancia en su esencia de compartir como personas los aprendizajes con los demás, los instrumentos de apoyo, como las guías de observación, simplemente suelen ser una orientación para lograr el análisis de los elementos prioritarios que deben considerarse dentro del equipo pedagógico del docente, pero su propósito, enfoca su esencia: “Acompañar a los otros, para compartir y enriquecerse en colectivo”.
REFERENCIAS
Méndez, Rois Francisco Adolfo. 2010. “Acompañamiento Docente como herramienta en construcción”. Programa de Estudios Avanzados Continuos.
· SEP, 2017. Plan y Programas de Estudios. Educación Preescolar. “Aprendizajes clave, para la Educación Integral. México. Pág. 173.
· 20 Frases de Paulo Freire que todo docente debiera conocer-Elige educar.
https://eligeeducar.cl 20 frases-de-Paulo-Freire.
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