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Fundamentos filosóficos de la Educación Física (1)

Dr. Héctor Manuel Icaza Campa Colima, México

La intención de este artículo es invitarte a ti profesor de Educación Física, a ti estudiante, a que reflexiones y tomes plena consciencia sobre tu labor docente y que la puedas confrontar con la visión global que se tenga sobre la sociedad y el tipo de hombre que queremos formar a través del proceso educativo, así como el rol particular que desarrollas desde tu campo de acción profesional y, para ello, te ofrecemos a continuación uno de los temas que, a nuestro juicio, son fundamentales para entender de forma clara y precisa lo que es la Educación Física y para ello recurrimos a la filosofía, la cual nos dice que lo primero que necesitamos establecer es una visión del mundo que nos permita interpretarlo y, a partir de ello, construir una teoría pedagógica, en este caso, dela Educación Física. COSMOVISIÓN:

En lo particular, consideramos al Humanismo como la Cosmovisión o Visión del Mundo que ubica al Hombre (ser humano) como centro de su atención y estudio y a partir de la cual, construimos la teoría de la educación física, tomando en cuenta que, el humanismo trata de exponer y difundir con mayor claridad el patrimonio cultural creado por el ser humano: El individuo, correctamente instruido, permanece libre y plenamente responsable de sus actos en la creencia de su capacidad de elección. Las nociones de libertad o de libre albedrío, de tolerancia, de independencia, de apertura y de curiosidad son, efectivamente, indisociables de la teoría humanista clásica.

De acuerdo con Abbagnano (1988), el Humanismo es el movimiento filosófico que considera como fundamento a la naturaleza humana o los límites e intereses del hombre. Reconociendo su valor e intentando entenderlo en su mundo que es el de la naturaleza y la historia. Dicho de otra forma, el Humanismo se entiende como la dirección filosófica que tiene en cuenta las posibilidades y límites del hombre. Por otra parte, la educación humanista es ante todo un estudio de los valores humanos que deben ir implícitos en la construcción de los conocimientos, mismos que promuevan el desarrollo integral de la persona, en donde, para Delgado (1995,citado por Pimienta2005, pág.4).

El hombre: “…es un ser en relación: empieza a existir gracias a otro, dentro de otro e inmerso en la realidad de otro que le acoge”. Por lo cual, Pimienta (2005, pág. 4), afirma que: “…el hombre pertenece a una comunidad y eso es lo que lo hace ser humano: la convivencia con los otros, la competencia, el deseo de superación, discernir entre lo “bueno” y lo “malo”...


El desarrollo del ser humano integral no solamente se refiere a la activación de habilidades y a la formación de hábitos para lograr así la excelencia, sino a ese desarrollo que implica la totalidad: los aspectos físico, espiritual, social y mental… el hombre no solamente es materia, sino también espíritu, poseedor de una realidad transmaterial y una vocación de eternidad: todos los seres humanos queremos trascender, que no nos olviden. Subsistimos, somos quienes somos porque existimos, con una escala de valores en un compromiso responsable con los demás, en una vivencia de comunidad o, como la llamarían otros más avanzados, en una comunidad de indagación”. Del mismo modo, se afirma que el hombre tiene dos nacimientos, uno biológico y otro cultural o humanizante, y así lo expresa Savater (1997):

Nuestra humanidad biológica necesita una confirmación posterior, algo así como un segundo nacimiento en el que, por medio de nuestro propio esfuerzo y de la relación con otros humanos se confirme definitivamente el primero. Hay que nacer para humano (sic), pero sólo llegamos plenamente a serlo cuando los demás nos contagian su humanidad a propósito…y con nuestra complicidad”. (págs.26 y 27)

De igual forma, Álvarez(1996), afirma que:

“Los más destacados maestros humanistas piensan que en el logro de este objetivo de educación integral, el ejercicio físico-corporal juega un papel fundamental, por cuanto que el hombre que desarrolla plenamente sus capacidades físicas consigue una mejor adaptación al medio, enfrentándose con éxito a las exigencias propias de la vida cotidiana, y alcanzando la altura cívica, intelectual y moral que la polis requiere de sus ciudadanos.” (pág. 14)

Para esta misma autora, el humanismo renacentista tenía como su mayor preocupación el formar un nuevo ideal de hombre: un hombre libre para una sociedad abierta y ampliamente desarrollada. Un hombre nuevo que buscara para su realización personal el ideal de la humanista romana. El humanista, primer ideólogo de la Educación Física, considera integralmente al individuo y acentúa sus aspectos más humanos, elevando su cuerpo al nivel ocupado por el espíritu en la teología cristiana tradicional, en donde el ejercicio es planteado en el ámbito pedagógico, asignándosele una triple dimensión: a) Como medio de relajación de los quehaceres cotidianos; b) Como contribución al desarrollo total del individuo; c) Como posibilidad de expresión de la personalidad humana.

Concluye Álvarez (1996), diciendo: “Hemos podido comprobar cómo los humanistas recomendaban la práctica del ejercicio físico en sus obras médicas, ideológicas y, sobre todo, didácticas. El Humanismo renacentista como el motor impulsor de una educación integral que perseguía el reencuentro con el hombre armonioso y equilibrado de la época clásica”. (pág. 21)

Mientras tanto, Ibáñez (2015) indica que “En ese orden de ideas, podemos afirmar que la inclusiones una pieza fundamental en una educación física humanista moderna como lo decía (Callado, 2007) “Una educación física debe basarse en la formación de valores elementales de la vida y ser incluyente a la sociedad”. (pág. 2)


De esta forma se puede apreciar cuál fue el origen del Humanismo como una Visión del Mundo que ha venido permeando desde entonces en el campo educativo y particularmente en el de la Educación Física y dentro de ello, lo relativo al desarrollo de ciertos valores humanos (vida, vitalidad, totalidad, naturalidad, valor, historicidad).


Conforme a lo anterior, Ramírez (2008), plantea que la visión contemporánea del hombre se puede caracterizar de la siguiente forma:


1. El hombre es un ser en el mundo, entre el hombre y el mundo existe una auténtica relación de intencionalidad, o sea, de direccionalidad. El hombre es considerado como un microcosmos en el cual el mundo adquiere todo su sentido.

2. El hombre es un ser creador.

3. El hombre es un ser en relación, realidad social del hombre, consigo mismo, con los demás, con la naturaleza.

4. El hombre es una realidad integral, es una unidad en sí mismo en la multitud de sus dimensiones. (pág.7)


Sin embargo, no siempre sucede así y prueba de ello es que el hombre moderno es un ser cosificado, alienado, enajenado, deja de ser él mismo y pasa a ser un simple medio o instrumento; como instrumento, en el sentido de considerarlo como un ser que debe producir bienes y ser objeto de ganancias, cosificado por vivir un mundo de apariencias donde el poder y el dinero son los valores de referencia y como medio u objeto en donde, la injusticia social y la explotación del hombre por el hombre lo hacen un ser oprimido, sin dignidad ni derechos. De tal modo que el sujeto contemporáneo reproduce y transmite esos mismos “valores” intrínsecos a una educación igualmente enajenada (que no podrá más que alimentar su propia alienación).


Está por demás decir que la educación física no se mantiene impermeable a esta situación como bien lo comenta Vázquez (1989. Págs. 76 a 79), con el Hombre Acrobático, o Kirk (1990, pág. 37), con su concepción tradicionalista de la EF y del hombre mismo. Son entonces estas las bases de una Cosmovisión en las que la corriente filosófica del Humanismo permea la esencia de la Educación Física y le da un sentido o razón de ser para inscribirse posteriormente en el vasto espacio de la educación y la cultura.


En tanto que para la actual sociedad mexicana y conforme a lo que establece el Artículo 3º. de nuestra Constitución Política, aspiramos a una sociedad democrática con un enfoque humanista en donde se desarrollen armónica e integralmente todas las facultades del ser humano.


Referencia

Icaza, H. (2020). El Libro del Profesor de Educación Física: Bases fundamentales para la construcción de una teoría científica de la Educación Física, Gandhi, México.




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