Andrés Flores Flores
Oaxaca, México
Desde hace tiempo se han puesto en marcha diversos programas relacionados con la actividad física y el deporte, siendo el principal factor a considerar, la adherencia y la persistencia dentro de la misma. Los actuales y futuros proyectos, aunados a diversas políticas de actividad física-deportiva, deben tomar en cuenta como elemento determinante a la motivación. Sin la motivación como punto de partida, la adherencia no podrá fructificar. Como consecuencia, en balde se habrán destinado múltiples recursos y esfuerzos a esta área de la salud, tan relevante para elevar el número de personas adheridas a la actividad física, combatir el sedentarismo y al mismo tiempo, mantener un seguimiento y diseño de programas orientados a futuros representantes deportivos.
La motivación es el impulso clave que necesita cualquier persona para iniciarse, realizar y mantenerse, en una acción o experiencia, conscientemente dirigida.
Diferentes autores (Morilla, 1994; Reeve, 1994; Valdés, 1996) explican la motivación como una posible causa de nuestra conducta que se pone de manifiesto en la intensidad (cantidad de empeño empleado), dirección (atracción por ciertas situaciones) y persistencia (duración del sujeto en la actividad) hacia dicho comportamiento, quedando determinada por necesidades biológicas, cognitivas, afectivas y sociales.
La teoría más aceptada para explicar la motivación humana,y de la actividad física-deportiva, es la Teoría de la Autodeterminación de Deci y Ryan (1985). La Teoría de la Autodeterminación “postula que la conducta puede estar motivada intrínsecamente, extrínsecamente o no estar motivada” (Deci y Ryan, 1985, 2000). Estos tres tipos de motivación difieren en su nivel de autodeterminación (autonomía), de modo que el grado más alto de motivación es la motivación intrínseca; le sigue un nivel medio que es la motivación extrínseca; mientras que el nivel más bajo es la desmotivación. La motivación intrínseca se refiere al disfrute de la actividad por el placer y la satisfacción que provoca hacerla, es decir, a razones propias voluntarias. La motivación extrínseca por el contrario, está sujeta a que la actividad o acción se realizará en base a estímulos, ya sean premioso recompensas ajenas a la actividad. La desmotivación significa la nula voluntad de realizar una acción o actividad, cualquiera que esta sea.
Para generar una adecuada motivación y adherencia, debemos remitirnos a la Teoría de Metas de Logro (Nicholls, 1984) y clima motivacional (Ames, 1992). La teoría establece que:
La meta principal de un individuo en contextos de logro es demostrar habilidad, existiendo dos concepciones de la misma que se crean por influencia social;la orientación a la tarea o a la maestría,y la orientación al ego o al resultado (Nicholls, 1984).
Asimismo, estas orientaciones conforman el clima motivacional auspiciado por entrenadores, profesores y padres. El clima motivacional fue definido por Ames (1992) “como un conjunto de señales implícitas, y/o explícitas, percibidas en el entorno, a través de las cuales se definen las claves de éxito y fracaso”. De esta manera, una orientación a la tarea valora el esfuerzo y el progreso personal (correlacionado con adherencia a largo plazo y motivación intrínseca); mientras que una orientación al ego, valora más la capacidad y resultado mostrados por el alumno (generando frustración, eventual abandono de la actividad y correlacionado con motivación extrínseca y desmotivación). Así la orientación generada por profesores, instructores y padres de familia, como transmisores principales de hábitos y estilos de vida, repercutirá en alumnos, deportistas e hijos respectivamente. De tal forma que estos tres factores principales mencionados anteriormente, crearan el clima y orientación motivacional, inculcándolo ya sea en el hogar,clases o entrenamientos.
Todo esto pone de manifiesto la enorme responsabilidad profesional, actitudes positivas y la erradicación de malas prácticas que pudieran repercutir de manera perniciosa en el ámbito educacional o deportivo. Mencionar además que los tres principales transmisores de motivación no son los únicos a considerar, pues también repercuten factores sociales, culturales, tiempo, instalaciones, deporte, edad, etc. Por eso la motivación se convierte en un aspecto trascendental a considerar para futuras investigaciones y programas. Por todo esto cabe a bien orientaren todos los niveles educativos-deportivos, padres de familia,promotores, entrenadores y profesores de educación física, sobre este tema tan sensible.
BIBLIOGRAFÌA
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